El cielo y la recompensa eterna
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El cielo es el lugar donde Dios mora y el futuro hogar de aquellos que lo siguen. Lo que nuestro Padre Celestial espera es que todos Sus hijos regresen a vivir con Él, mediante el plan que preparó y por la gracia del Salvador Jesucristo.
Después de resucitar, se nos juzgará y recompensará por la cosas que hayamos hecho en esta vida. Nuestro amoroso Padre Celestial está ansioso por recompensar a todos Sus hijos de acuerdo con su obediencia a Sus mandamientos y con su deseo de seguir al Salvador.
Los que sean hallados dignos de regresar a la presencia de Dios son los “herederos de Dios y coherederos con Cristo” (Romanos 8:17) de todo lo que el Padre tiene. Ellos volverán a vivir con nuestro Padre Celestial y con su familia en Su gloria eterna.
Los que decidan no seguir a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo recibirán su recompensa de acuerdo con lo que hayan hecho en esta vida, pero no disfrutarán la gloria de vivir en la presencia de Dios.
Así como algunas de las experiencias de gozo más dulces proceden de las relaciones familiares, la pérdida de un familiar puede ser la fuente de nuestro pesar más profundo; pero la muerte no marca necesariamente el final del vínculo con nuestros seres queridos. El Señor reveló al profeta José Smith que “la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, existirá entre nosotros allá [en la eternidad]; pero la acompañará una gloria eterna” ( Doctrina y Convenios 130:2).
Los integrantes de la familia que acepten la expiación de Jesucristo y sigan Su ejemplo pueden estar juntos para siempre por medio de las sagradas ordenanzas efectuadas en los santos templos de Dios.
Después de que seamos juzgados, viviremos en un estado de gloria. Debido a que las obras y los deseos justos de cada persona varían, el cielo está compuesto por diferentes reinos o grados de gloria.
- Reino celestial: Nuestro Padre Celestial y Jesucristo viven en el reino celestial. Si vivimos de acuerdo a lo que nos dicta el evangelio de Jesucristo y somos limpios del pecado por la Expiación, recibiremos un lugar en ese reino, que es el más alto, donde viviremos en la presencia de Dios y conoceremos lo que es el gozo completo.
- Reino terrestre: las personas que rechacen el evangelio de Jesucristo pero que lleven vidas honorables recibirán un lugar en el reino terrestre.
- Reino telestial: los que permanezcan en el pecado y no se arrepientan hasta después que hayan muerto, con el tiempo, recibirán un lugar en el reino telestial.